EL LLAUT / LLAÜT / LLAUD / LLAGUT
El llaüt es una embarcación de madera típica de la parte baja del río Ebro que se usaba para transporte de mercancías, servía para llevar el carbón que se sacaba de las minas situadas entre Fayón y Mequinenza y llevarlo hasta la estación de tren o hacia la parte final del Ebro, en la zona de Tortosa y Amposta.
Estas embarcaciones funcionaban a vela y a remo y podían cargar hasta 40 toneladas. Navegaban río abajo cargadas de carbón y, muchas veces, se aprovechaba el viaje de subida para traer productos de la parte baja del río, como el arroz. La subida solía ser más laboriosa, ya que la corriente iba en su contra. Si el viento no soplaba a favor, se usaban los llamados "caminos de sirga", que eran unos caminos construidos a los lados del río por donde personas o animales (burros, mulas, toros o caballos de tiro) tiraban de la embarcación mediante una cuerda.
El 15 de enero de 1809 a las 2,30 de la tarde, aprovechando una espesa
niebla que ocultaba los preparativos, partió la barca artillada Nuestra Señora del Portillo aguas arriba
de la ciudad. La barca se deslizaba sigilosamente arrastrada por sirga desde la
orilla y llegando al Soto de Mezquita quedó amarrada, los tripulantes
descendieron y atacaron al enemigo. Pero mejor que sea el propio comandante
responsable de esta operación el que nos lo cuente:
“D. Nicolás Henarejos, capitán del batallón de tropas ligeras de
Floridablanca, y como Comandante que soy de la Lancha de fuerza nombrada
Nuestra Señora del Portillo, participo a V.E. que, consiguiente a su orden para
que dedique todos mis desvelos a incomodar y hacer el posible daño del enemigo,
salí a las dos y media de la tarde de este día con mi dicha lancha aguas
arriba, disponiendo que los individuos que tiraban de la sirga llevasen sus
fusiles a la espalda, y que el cañón y obuses fuesen en disposición de hacer
pronto fuego, con todas las demás precauciones conducentes a evitar sorpresa.
En efecto, al llegar frente al Soto de Mezquita y de la batería que el
enemigo tiene a espaldas del Castillo, hice amarrar la lancha. La tripulación,
que es aragonesa, salió hacia dicho bosque, batiendo con el mayor denuedo a los
franceses que en él había, los que, a pesar del corto número que se componía
dicha tripulación, fueron rechazados hasta mucha distancia, retirándose aquella
convencida del buen resultado de la acción. Luego que se rompió el fuego de
artillería, correspondió el enemigo con solo tres balas rasas, una después de
la otra, las que pasaron la primera muy baja por encima de la lancha, y las
otras dos a muy corta distancia de esta, lo que me hizo creer se hallaba ya
imposibilitado de continuar el fuego, mas no podía advertir en razón de la
niebla el daño que se les causaba; seguí el fuego, variando algo la puntería a
fin de recorrer toda la batería enemiga, hasta
que, concluidas todas las municiones, se me hizo indispensable partir en
retirada, la que auxilió con un pronto fuego la batería de Sancho”
Modelista
ANCLA, Modelismo Naval
Aragonés
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