Adjunto archivo con comentarios y fotos de los actos celebrados
Un saludo
Carlos Delgado
Delegado de la RAECY en Aragón
Adjunto archivo con comentarios y fotos de los actos celebrados
Un saludo
Carlos Delgado
Delegado de la RAECY en Aragón
El hecho de que su autor, Marcelino González, las cuente en primera o tercera persona, no tiene más finalidad que la de variar el ritmo y la dinámica de su narración.
Los aficionados a las cosas de la mar puede que se vean reflejados en algunas de las escenas que describen estas narraciones, o puede que se identifiquen con ellas. Nunca se sabe.
Veamos alguna de estas anécdotas:
Fenicios, griegos y romanos fueron los pueblos que en la antigüedad
dominaron el Mare Nostrum, primero haciendo navegación de cabotaje y después,
cuando identificaron las señales del cielo para orientarse, hicieron navegación
de altura.
Pero es a finales del siglo XV cuando
empieza la verdadera navegación astronómica, iniciándose en el Atlántico por
los portugueses.
Esta navegación estaba basada en los
conocimientos aportados desde los fenicios hasta esos días y en la evolución de
los primeros instrumentos de navegación usados por estos antiguos pueblos.
Fueron los fenicios los primeros en
aplicar conocimientos astronómicos a la navegación, utilizando las estrellas
circumpolares para conocer la dirección del norte, por ello, este pueblo ha
sido considerado el inventor del “arte de navegar”. Posteriormente fueron los
griegos quienes descubrieron y aplicaron el sistema de coordenadas geográficas.
Pero fue en el Renacimiento cuando se empieza a formar la visión más o menos
completa del firmamento, con los conocimientos de hombres como Copérnico con su
teoría heliocéntrica, Johannes Kepler con su cinemática de los planetas y
Galileo Galilei con sus observaciones astronómicas, empezando a usarse el
termino de “ARTE DE NAVEGAR”, que el cosmógrafo portugués Juan Bautista Lavaña,
define como: “El arte de navegar son aquellas materias que enseñan a
los hombres cómo por la mar podrán guiar y enderezar el navío al propuesto
puerto”.
"El libro que presentamos ""Marejadilla. Anecdotario de mi vida en la Armada"",
son vivencias enriquecedoras y testimonios compartidos,
experiencias que de alguna manera han entrado a formar parte
del carácter de su autor Luis Carrero - Blanco Pichot".
Hugo O'Donnell y Duque de Estrada
Duque de Tetuán
De la Real Academia de la Historia
Justificación de un título
Marejadilla. En esta palabra indudablemente marinera he querido encontrar el título adecuado para esta serie de relatos presenciados u oídos en el ámbito de la mar y de los barcos.
Marejadilla, palabra muy usada en el léxico de los hombres de la mar, indica un estado de esta vivaz y alegre, que no sugiere peligro alguno, al menos a corto plazo, pero que permite sentirla bajo la cubierta y mantiene al navegante en un amable pero necesario estado de atención. Es una palabra que sugiere desenfado, con apariencia de intrascendencia, que permite una cierta relajación, pero sin perder de vista el rumbo, una palabra que invita a la sonrisa y al recuerdo grato.
Luis Carrero - Blanco Pichot