14 noviembre, 2021

INSTRUMENTOS DE NAVEGACIÓN - PRÓLOGO

Fenicios, griegos y romanos fueron los pueblos que en la antigüedad dominaron el Mare Nostrum, primero haciendo navegación de cabotaje y después, cuando identificaron las señales del cielo para orientarse, hicieron navegación de altura.

Pero es a finales del siglo XV cuando empieza la verdadera navegación astronómica, iniciándose en el Atlántico por los portugueses.

Esta navegación estaba basada en los conocimientos aportados desde los fenicios hasta esos días y en la evolución de los primeros instrumentos de navegación usados por estos antiguos pueblos.

Fueron los fenicios los primeros en aplicar conocimientos astronómicos a la navegación, utilizando las estrellas circumpolares para conocer la dirección del norte, por ello, este pueblo ha sido considerado el inventor del “arte de navegar”. Posteriormente fueron los griegos quienes descubrieron y aplicaron el sistema de coordenadas geográficas. Pero fue en el Renacimiento cuando se empieza a formar la visión más o menos completa del firmamento, con los conocimientos de hombres como Copérnico con su teoría heliocéntrica, Johannes Kepler con su cinemática de los planetas y Galileo Galilei con sus observaciones astronómicas, empezando a usarse el termino de “ARTE DE NAVEGAR”, que el cosmógrafo portugués Juan Bautista Lavaña, define como: “El arte de navegar son aquellas materias que enseñan a los hombres cómo por la mar podrán guiar y enderezar el navío al propuesto puerto”.

Hernando Colón, hijo de Cristóbal Colón nos define perfectamente la diferencia entre el «oficio» y el «arte» de navegar en de las “Cartas de Yndias”:

«En la navegación ay dos cosas que son arte y oficio; quanto al arte, que es saber llevar una nao de una parte a otra, para esto, como no ay por la mar caminos, requiérese tomarlos por el cielo, y así es necesario que se sepa el altura del sol y la del norte; entender el aguja; saber la cuenta de luna y mareas y otras cosas que el arte tiene y las reglas desto, y cómo se entienden no las puede ninguno saber por sí, y así conviene que tenga maestro que le enseñe. El oficio de la mar, que es tratar de las jarcias y adereços de la nao, esto puede el hombre aprender por sí, con el uso dello».

Es en el siglo XVI cuando se empieza a tratar los cuatro términos de la navegación “el rumbo, la distancia, la latitud y la longitud” y para su determinación más exacta empezaron a utilizarse diferentes instrumentos basados en todos los conocimientos existentes hasta la fecha.

En esta época y favorecido por la Carrera de Indias y la ruta de las especias, españoles y portugueses, toman la delantera al resto de los países europeos, haciendo de la navegación una ciencia.

Cosmógrafos y astrónomos de todo tipo trabajaban para la Casa de Contratación y publicaban tratados que eran considerados las mejores obras científicas sobre el arte de la navegación. Tratados como los del aragonés Martín Cortes o Pedro de Medina eran estudiados en toda Europa. Los trabajos y cartas de Alonso de Santa Cruz eran utilizados por los pilotos de la época y los más célebres navegantes, cosmógrafos y científicos estaban al servicio de la Casa de Contratación, como el florentino Américo Vespucio que fue piloto mayor desde 1508 hasta su muerte en Sevilla y en su honor se bautizo al nuevo continente como América.

A partir del siglo XVI la Monarquía Hispánica se rodeó de las mejores mentes de la época como la del alemán Pedro Apiano (Peter Bienewitz) matemático y astrónomo del emperador Carlos V, o la de Galileo Galilei, que en 1616 opto al premio sobre la determinación de la longitud que había convocado Felipe III.

En próximos artículos vamos a describir algunos de los instrumentos más utilizados desde la antigüedad hasta nuestros días para observar los astros y poder calcular nuestra situación geográfica, principalmente la latitud, ya que al no conocer la longitud se navegaba por el axioma de: “paralelo correr, tierra encontrar”, es decir, determinaban una latitud con instrumentos como, el astrolabio, el nocturlabio, la ballestilla, el cuadrante,  ….. y entonces se navegaba rumbo este (E) u oeste (W) siguiendo el paralelo.

Corredera de barquilla (Museo Naval de Baiona)

Ballestilla, cuadrante, astrolabio
y compás de puntas (Museo Naval de Baiona)

Un saludo

Carlos Delgado

Angel Romero


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