13 enero, 2021

LOS AZORES - LA HISTORIA DE LOS BARCOS QUE UTILIZÓ FRANCO

Azorín y Azor

El general Franco utilizó dos barcos de recreo, ambos con el nombre de Azor.

El primero desde 1947 a 1949, al que Franco llamaba “El Azorín”, pese a sus 31 m de eslora y 5.65 de manga, que en 1949 fue sustituido por “El Azor”

El primer Azor “El Azorín”

El Azorín fue construido en Alemania en los años veinte con madera de roble y con destino a la Marina de Prusia aunque finalmente fue adquirido por unos ingleses. Su nombre original fue Margarette & Dorothea.

En el año 1935 el Marqués de Cubas se lo compró al alcalde de Londres para utilizarlo en San Sebastián y lo rebautizó como Loly II.

Al comienzo de la guerra civil en el 36, el gobierno

vasco lo confiscó, usándolo hasta que terminó la contienda con el nuevo nombre de Severiano Asarta.

De nuevo en manos de su propietario, el Marqués de Cubas, que en 1945 lo vendió a la Armada española poniendolo a la disposición de Franco a partir del año 47 con el nombre oficial de Azor.

En el verano de 1948 dicha embarcación fue el escenario del histórico encuentro entre Franco y Don Juan de Borbón a unas millas de San Sebastián.

Con la entrada en servicio del nuevo Azor, aquel primer barco paso a hacer misiones de vigilancia. Fue dado de baja en 1982 y vendido al chatarrero gallego Pedro Rico, que lo vendió a unos holandeses, reparándolo y conservándolo en perfecto estado, se le dotó de dos nuevos motores Rolls Royce, su puerto base era Ámsterdam y en 2005 se puso a la venta.

 El segundo Azor.

Construido por Astilleros Bazán, botado en 1949 y amadrinado por Dª. Carmen Franco.

Con una eslora de 46 m y 7 de manga y montaba dos cañones arponeros.

Como dato curioso las paredes eran de madera de fresno y raíces de sicomoro egipcio.

Fue el yate de recreo de Franco durante 26 años.

A la muerte de Franco en 1975, quedó a disposición de la Armada.

Sólo en una ocasión el rey Juan Carlos I pasó revista a la flota desde él y, en 1985, el entonces presidente del gobierno, Felipe González lo utilizó para realizar un crucero familiar desde Rota hasta Lisboa.

En 1992, el Azor fue dado de baja en Ferrol y posteriormente subastado con la condición de que su destino fuera el desguace. Lo adquirió Lázaro González, el 17 de junio de 1992, en una subasta del Estado por 4.670.000.- pesetas. "El yate estaba en perfecto estado”.

En el contrato de adjudicación se especificaba que el Azor sólo podía ser usado para desguace. González, sin embargo, tenía otros planes, reconvertirlo en un restaurante-discoteca flotante, con proyecciones de documentales del NO-DO con el Azor como protagonista. A este proyecto le salieron muchos novios Alfonso de Hohenlohe, Jesús Gil y Gil, etc.

Lo primero que hizo fue trasladarlo al puerto cántabro de Requejada. Donde se le desmonto la sala de máquinas que fue vendida como chatarra (otras fuentes comentan que los motores se vendieron). Todo lo que se podía desmontar, desde tornillos, mamparos y hasta el giroscopio, se vendían a particulares acompañadas de una cédula de autenticidad. Eran trozos de la historia de España.

El proyecto de convertirlo en un restaurante flotante fue un desastre nunca se consiguió el permiso para devolver el Azor al mar y terminó siendo trasladado a un terreno a las afueras del pueblo burgalés de Cogollos (exactamente al exactamente al kilómetro 222 de la carretera Madrid-Irún), sirviendo de reclamo publicitario para el motel Azor.

Al cabo de unos años, el estado de conservación de la lujosa embarcación era lamentable y sumida en el más absoluto abandono.

Allí paraban autobuses de turistas que descargaban su rabia en el interior de la embarcación, haciendo pintadas en contra de Franco.

En 2011, el escultor Fernando Sánchez Castillo compró lo que quedaba del Azor y lo convirtió en una “escultura” de cubos de material prensado con el título “Síndrome de Guernica” exponiéndolo en el Matadero de Madrid.

Un saludo

Carlos Delgado

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