El 'Gipsy' fue el único barco de uso civil que se construyó en el astillero Echevarrieta y Larrinaga de Cádiz.
Se construye con las mismas
maderas que el buque de la armada Juan Sebastián Elcano en los astilleros de
Echevarrieta y Larrinaga de Cádiz. Su nombre al botarse es el de Marichu, en
honor de una hija fallecida el año anterior del magnate vizcaíno Horacio
Echevarrieta, para quien estaba destinada la embarcación.
En resumen es un ketch cangrejo
de 11.90 m de eslora, 3.45 m de manga y un calado de 2.20 m.
En 1927 se botaba el Marichu, , disponía
de un motor intraborda, sistema de radio para la comunicación con otros barcos
y la costa e interiores diseñados para el confort. También conocido por ser el
primer yate documentado bajo bandera española con ‘motor y radio’
En junio de 1928 lo trasladan a
Bilbao para unirse a una flota de recreo en la que destacaba la goleta María del
Carmen Ana, el antiguo Meteor IV del káiser Guillermo II, un velero de casi 50
metros de eslora.
En 1934, Echevarrieta, abrumado
por las enormes deudas que le habían provocado la crisis y la construcción de
un avanzadísimo submarino, el E-1, vendió el Marichu a dos socios: el noruego
Olle Loevick y el español Enrique Hortet, que lo llevan a Barcelona y le
cambian su nombre por el actual, Gipsy, en traducción Gitano pero en el sentido
de “nómada” apodo por el que era familiarmente conocido el navegante catalán.
Los restos de las marcas de
metralla en sus palos lo continúan corroborando (preservando las dos balas que
encontramos incrustadas en el casco).
El emblemático barco, que durante
la guerra civil patrullaba entre los cabos de La Nao y Marsella entre otros
tuvo un distinguido tripulante como Josep Pla (y así aparece en su biografía).
Al final de la contienda volvió a
izar pabellón español y a ocupar su amarre del Real Club Náutico de Barcelona.
La familia Hortet lo usó durante varios años para sus vacaciones, luego lo
vendió a Josep María de Sagarra y Montolíu, perteneciente a una familia de la
nobleza catalana. En 1951 pasa a manos de José Luis Rubio y a Estanislao Sevil,
quienes llevan el Gipsy a Tarragona
El Gipsy ha tenido dos
restauraciones importantes, una en 1969 y otra en 2006. Siempre respetando su
estructura principal, y su construcción original. Aproximadamente un 30% del
yate mantiene los materiales de 1927.
Entre los años 2006 y el 2010 se llevó a cabo la
restauración de la embarcación en los astilleros Navaltinoc de Cartagena: La
rehabilitación consistió en un despiece del barco para su total y fiel
reconstrucción del original, siendo restaurados los herrajes de bronce como la
bitácora o los portillos, las velas son una réplica de las originales.
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