Su historia se remonta a 1929, cuando una rica heredera inglesa Lady Annie Henrietta Yule, heredera de un importante imperio comercial indo-británico y cofundadora de los legendarios estudios cinematográficos Pinewood, encargó un yate a los astilleros John Brown & company.
Mandó construir un barco que
tuviera las máximas comodidades y que le permitiera recorrer el mundo sin
limitación alguna, algo que realizó de forma regular durante los años
siguientes, incluyendo una circunnavegación entera de varios meses.
En el buque estaba dotado de
todas las comodidades y adelantos posibles. De hecho, durante sus primeros años
de singladuras, fue considerado uno de los barcos de recreo más grandes,
lujosos y modernos.
Una vez Lady Yule ya había visto casi
todo el mundo, decidió poner el barco en alquiler para que aquellos que lo desearan, y se lo pudieran permitir, disfrutaran de cruceros de lujo.En este momento, el Nahlin y por sus características no
pasaron desapercibidas al nuevo rey de Inglaterra, Eduardo VIII, tío de la
actual Isabel II, que alquiló el yate para hacer un crucero por el Mediterráneo
y Adriático, en el verano de 1936.
El monarca acaba de subir al
trono y lo hacía en una Europa convulsa que se preparaba para el advenimiento
de la Segunda Guerra Mundial. Eduard, sin embargo, tenía la cabeza en otras
cuestiones, más relacionadas con el ocio que con sus obligaciones como jefe de
estado. Y se pensó poco en los invitados a este crucero a bordo de Nahlin.
La invitada más conocida fue, sin
duda, la norteamericana Wallis Simpson, con quien el rey mantenía un 'affair' y
que más tarde acabó siendo su mujer.
Por aquel entonces, Wallis Simpson todavía estaba casada lo que el viaje se convirtió en todo un escándalo, más aún cuando los dos enamorados no escondieron su amor siendo fotografiados juntos por toda la prensa mundial. Estas instantáneas llenaron las portadas de los diarios del momento y se abrió una crisis en el seno de la institución monárquica, que acabó con la abdicación de Eduardo a favor de su hermano George VI (este episodio, es el telón de fondo del oscarizado film 'El discurso del rey'). Si recordamos la película Eduardo también fue acusado de mantener contactos con líderes del partido nazi, estos encuentros también se hicieron a bordo de NAHLIN, aprovechando que el puerto de salida del crucero estaba en Venecia, que en aquel momento ya estaba gobernada por Mussolini. Fueron muchos los excesos que cometió el rey Eduardo a bordo del NAHLIN, trascendiendo la frivolidad de las fiestas, que junto a los litros y litros de alcohol que cada noche se consumían, se realizaban gastos innecesarios, caprichosos e incluso trascendió el dato de las más de 3.000 pelotas de golf fueron lanzadas al mar “para practicar mi swing”, como reconoció el mismo rey.
Toda esta historia en torno a NAHLIN llamó la atención del rey Carol II de Rumania, quien en 1937 hizo una oferta por el yate a la señora Yule, adquiriéndolo para convertirlo en barco de recreo de su familia, rebautizándolo como Luceafarul, nombre que lució hasta la abolición de la monarquía, pasando a ser propiedad del Ministerio de Cultura rumano, que volvería a cambiarle el nombre al de Libertatea, que lo convirtió en museo y más tarde fue un restaurante flotante.
El paso de los años y la falta de
mantenimiento deterioraron totalmente al NAHLIN, terminando en manos de un
chatarrero local quien en 1999, lo vendió al peso a un broker británico que
había descubierto, por casualidad, que el famoso NAHLIN seguía a flote.
Curiosamente al poco tiempo de sacarlo del Danubio y llevarlo a Reino Unido, el
gobierno de Bucarest declaró al yate “tesoro nacional” y reclamó su devolución
a Rumania. Su nuevo propietario, hizo oídos sordos y emprendió un laborioso
trabajo de recuperación, cuyo primer paso fue devolverle el nombre original.
Su nuevo propietario es un
miembro de la aristocracia británica, Sir James Dyson, un emprendedor que ha
hecho un imperio gracias a la aplicación de la tecnología del aire en varios
objetos, máquinas para secar las manos, aspiradores, etc.
Los trabajos de recuperación se
realizaron inicialmente en Escocia durante casi 60 meses. Una vez saneado, a
partir de 2005 se recuperó su antiguo esplendor con los detalles de los años 30
y los avances del siglo XXI. El coste de su rehabilitación costo 30 millones de
euros y se realizaron en los astilleros alemanes Blohm & Voss y Lurssen.
El flamante yate, de 91 metros de eslora, con base habitual en Puerto Tárraco (Tarragona), aunque su puerto base es Glasgow, volvió a navegar en verano de 2010 con una nueva motorización diésel (hasta entonces seguía teniendo calderas de vapor), que le permite navegar a 18 nudos.
Su propietario puede viajar con
14 invitados, atendidas por una tripulación de 40 personas.
Carlos Delgado
Nahlin en el puerto de Tarragona |
No hay comentarios:
Publicar un comentario