ASTROLABIO
A medida que la tecnología avanza
suponemos que los nuevos adelantos nos hacen más inteligentes y conectados con
el mundo. Con el astrolabio quiero plantear que no es necesariamente así, ya
que los progresos nos llevan a cambios en los cuales siempre se gana algo, pero
también se pierde algo.
La mejor forma para afirmar este
punto es simplemente que nos preguntemos ¿QUÉ HORA ES?, muy fácil miramos a
nuestros relojes o teléfonos e inmediatamente tenemos la hora exacta.
¿Pero cómo nos dirían la hora
hace 700 años? La respuesta es con el ASTROLABIO.
Muy desconocido en la actualidad,
pero en el siglo XIII era el instrumento de moda, era una popular computadora
con un modelo del firmamento.
El concepto básico era la
proyección estereográfica de una imagen tridimensional del cielo en una
superficie plana bidimensional y portátil.
El astrolabio recoge dos sistemas
de coordenadas que encajan perfectamente, las posiciones del sol, luna y
planetas en la red móvil o araña y sus posiciones en el cielo como se ven desde
unas latitudes especificas mostradas en el tímpano o lamina.
El primer tratado o manual
técnico del Astrolabio fue escrito por Geoffrey Chaucer en 1391 y fue para
enseñar las prestaciones del astrolabio a su hijo Lewis de 11 años.
Cuando pedíamos la hora a una
persona hace 700 años, no la diría con tanta precisión con la podemos decir
ahora, pero con un astrolabio tenía un modelo del cielo en ese momento, tenía
el firmamento en sus manos. Sabia como encajan las cosas en el cielo, cosa que
actualmente no pensamos en ello y nos limitamos a decir la hora marcada en
nuestro reloj o teléfono. Nos podrían decir aparte de la hora a qué hora
saldría el sol ese día a que hora de pondría, cuantas horas de sol tendríamos,
el movimiento de las estrellas ese día, en que latitud nos encontrábamos, etc……
Para los usuarios del astrolabio
hace 700 años era un juego, pero sus mentes estaban desarrolladas para entender
como encajan las cosas en el universo.